"Para nosotros fue claro que esto debíamos compartirlo con otras personas que apreciamos"


Unos amigos nos escriben contándonos su experiencia como público primero y luego como organizadores de una sesión de TeatroZero.

Hola,

Vamos a intentar explicar qué hemos recibido de TeatroZero. Es difícil hacerlo así, por escrito y sintetizando, pero allá vamos…

Vimos la actuación de Alex por unos amigos sin saber nada al respecto. Nos sobrecogió la representación. Al principio era una situación extraña, gente reunida en una casa para ver no se sabía qué. Pero conforme avanzaba el monólogo el interés crecía y la razón de que estuviéramos allí, expectantes, cobraba sentido.


Las palabras encontraban eco en nuestras miradas, en nuestras respuestas como público y, en nuestras mentes que relacionaban momentos similares a los descritos, sentimientos... Estábamos allí, queriendo estar allí, con ganas de escuchar, de sentir. Nos veíamos implicados. De un modo u otro el texto y su interpretación, nos atañían, nos removían.

Cuando terminó, la negrura fue rota por los aplausos, muchos aplausos, y entonces empezó ha aparecer despacito otra luz. La luz del diálogo. Fueron surgiendo los pensamientos, los sentimientos que habíamos experimentado y nos llenó de gozo compartirlos. Estábamos conversando, o mejor aún estábamos opinando, escuchando, reflexionando, avanzando cada uno desde sí mismo, pero con otros seres humanos (algunos de los cuales nos acabábamos de conocer). Era sencillamente un momento hermoso.

Después Alex nos ofreció el texto. Era también una posibilidad poco habitual, una más. Sentimos que nos llevábamos mucho de aquella noche.
A la mañana siguiente leímos y releímos. Recordábamos la puesta en escena, y volvían a surgir ideas. Y sin darnos cuenta, también surgían en lo cotidiano, en el metro, en la tienda…

Para nosotros fue claro que esto debíamos compartirlo con otras personas que apreciamos. Organizamos una segunda sesión, esta vez en nuestra casa. Invitaríamos gente, amigos, hasta que la casa rebosara. ¡Nuestra casa abierta para TeatroZero!

Y así fue. Hace menos de dos semanas Alex volvió a actuar. Volvió a hacernos sentir tantas cosas, sin escenario, sin decorados, sin marketing. Sólo él y el texto. Volvió a desplegarse para nosotros, y todo cobró aún más sentido. Nuestros amigos experimentaban, y nosotros también viéndoles. Al conocer de antemano la experiencia la saboreamos de otra manera, entendíamos mejor las palabras y entendíamos más la grandeza de su origen, la idea.

Es la idea primitiva de TeatroZero la que nos atrapa y nos conmueve. La idea sencilla de comunicar a otras personas sentimientos humanos, pero haciéndolo desde la humildad y la valentía de un actor, de un único actor-persona defendiendo un texto frente a un grupo de otras personas que van a compartir lo que piensan, lo que sienten, lo que son. Todo a partir de un texto profundo, retador, que puede ser copiado, que pide ser copiado. Es esta idea la que reconocemos.

A todas las personas que formáis parte de esta idea, y en especial a Alex y a Moisés, os enviamos nuestro agradecimiento, nuestro ánimo y nuestro abrazo.

1 comentario:

  1. Muchas gracias por vuestra aportación, la verdad es que a mi me pasaron cosas parecidas cuando vi la actuación por primera vez y cuando me decidí a organizar una sesión en Pamplona en la que actuó Rodrigo, y de hecho creo que fue su "estreno".

    ResponderEliminar

- No al anonimato: El dialogo no necesita nicks
- Diálogo vs discusión: partamos de la "Escucha"
- Diálogo de la vida: superemos el intelectualismo